En lo alto de la montaña
hay un viejo roble
con las hojas caídas
y tronco de madera noble.
El árbol ha vivido mucho
podrás ver su historia
en los nudos de la madera
que son su memoria.
Tiene largas raíces
con las que bebe y se alimenta
también lo mantienen amarrado
para que no lo derribe la tormenta.
Le gusta bailar
al son del viento
y cuando el sol lo acaricia
se pone muy contento.
Él produce oxígeno
que necesitas para respirar
por eso a todos los árboles
debemos cuidar.