El desierto al atardecer
parece rojizo
se extiende amplio
hasta el infinito.
Las dunas bailan
al compás del viento
puras, lisas
sin rastro de movimiento.
Los granos de arena
de un lado a otro viajan
y el aspecto del desierto
y de las dunas cambian.
Calor insoportable
hace allí por el día
por la noche
hasta las dunas se resfrían.
Allí las plantas y el agua
en un oasis se encuentran
como en un paraíso
en el los animales entran.