De nariz roja,
zapatos muy grandes,
ropa colorida,
gran comediante.
Se trata de Rufo,
payaso de profesión,
a través de las risas
sabe llegar al corazón.
Sabe hacerse el torpe
y tropieza a menudo.
Cuando saca una cuerda
siempre se le hace un nudo.
A veces, en la cara
le cae un tartazo
pero no le importa
si se come un pedazo.
Lo que le gusta a Rufo
es hacer reír
porque sabe que es importante
para en este mundo vivir.
En el circo trabaja
con el circo viaja
y la carpa siempre llena
de millones de carcajadas.
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