Al llegar a casa
de mi abuela
siempre huele a
bollos de canela.
Ella los prepara
con mucho cariño
para que los coman
todos los niños.
Le encanta contar
sus viejas aventuras
porque cuando era
pequeña hacía travesuras.
Como a los niños
del barrio les gusta escuchar,
a ella no le
importa volverlas a contar.
Con sus cinco
sentidos siempre atienden
porque de mi
abuela mucho aprenden.
A hacer sus
juguetes con sus propias manos
y a compartirlos
con sus hermanos.
Ella siempre los
mira con dulzura
si le hacen alguna
diablura.
A los niños nos
quiere un montón
por eso la quiero
tanto yo.
que bonito!!!! cuanto cariño le tienes a tu abuela
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