Yo era un dragón
bastante singular
tenía la piel morada
y me daba miedo volar.
Me aterrorizaban las altura
mis alas no quería agitar
volar me asustaba
yo prefería bailar.
Mis papás me dijeron:
"tienes que ser valiente,
no importa que no te salga,
lo importante es que lo intentes.
Ellos estaban siempre ahí
a mi lado para animarme,
a mi lado para apoyarme
a mi lado para ayudarme.
Al final lo intenté,
conseguí volar
moviendo las alas muy rápido
y con éxito aterrizar.
Ahora ya no me da miedo
muy alto, muy alto volar
me gusta estar entre las nubes
y los cielos surcar.
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