Cuando llega el buen tiempo
y brilla fuerte el sol
salimos al jardín
para olvidar el calor.
Entre la hierba fresca
y la sombra de los árboles
pasamos un tiempo
muy agradable.
Sacamos la merienda
a las cinco de la tarde
buscamos un buen sitio
resguardándonos del sol que arde.
Un poco de jamón y queso
y algo de fruta fresca
y una bebida fría
limonada, naranjada o de fresa.
La merienda en el jardín
sabe mucho mejor
pues disfrutas del aire libre
y te libras del calor.
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